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Prácticas y principios de la salud mental comunitaria en Latinoamérica

Publicado: 2018-01-13

En la actualidad la salud mental como problemática pública ha tenido un realce importante. Se han implementado políticas, planes y estrategias como parte de las acciones estatales y de la sociedad civil. Así mismo, la población en general plantea su disposición a que estas políticas se hagan efectivas para poder solucionar problemas concretos de la realidad como las adicciones, problemas psicológicos, violencia, entre otros. Vemos también, como los medios de comunicación (radios, televisión, otros) dan espacio para que profesionales de esta rama como psiquiatras, psicólogos u otros den su opinión sobre temas actuales relacionados a la familia, la juventud e incluso en casos criminales. Analizando las acciones, que se vienen realizando desde las diferentes organizaciones de la sociedad civil y sobre todo desde las instituciones del estado; podemos encontrar ciertos principios que se sujetan a enfoques o miradas de la salud mental mucho más amplias, que tienen que ver con su desarrollo histórico y sus contextos de procedencia. 

Uno de estos enfoques tomado por el Estado como paradigma de la salud mental son las políticas y planes de acción que tienen como principio la salud mental como regeneradora del estado de bienestar en lo bio-psicológico de la persona. Esta mirada, toma en cuenta las relaciones que existen en el proceso salud-enfermedad que las personas presentan. Según la normativa establecida se vienen tomando en cuenta los lineamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el tema y plantea una estrategia preventivo - promocional de salud mental. Sin embargo, las prácticas realizadas en la implementación de la política entran en contradicción con lo mencionado por la entidad internacional de salud, ya que son en un 80% desde herramientas clínicas y reparativas. Con ello, la salud mental aún está asociada a lo patológico, evidenciando de esta forma su retraso en el tema de su implementación. Si tenemos en cuenta que los procesos de desarrollo de acciones de prevención – promoción tienen muchos problemas en el sistema de salud en general en su aplicación y principios, la atención desde esta mirada en salud mental es mucho más precaria.

Un segundo enfoque, que partió principalmente de la sociedad civil ha sido el enfoque de salud mental comunitaria. Esta mirada no se ha limitado a ver la asistencia de pacientes con enfermedades mentales dentro de un consultorio y su medicación, sino que su objetivo está en la salud de la comunidad en sí misma. Este enfoque, ha tenido muchas variantes y diversas aplicaciones; sin embargo, debemos tener en cuenta su génesis para entender sus principios y límites. La salud mental comunitaria inició en Estados Unidos con el objetivo de hacer partícipes y darles una mejor calidad a las personas que sufrían alguna enfermedad mental, haciendo que las personas de la comunidad los incorporen en su vida diaria y no se les excluya. Un aporte de esta postura, fue la acción de salir del consultorio e incorporar a las personas que presenten un cuadro clínico en el ejercicio pleno de sus derechos, es decir pudiendo ser autónomas. A pesar ser un relativo avance a la concepción de derechos dentro de la salud mental y la importancia de la persona, se limitó a la idea de “salir del consultorio” pero no profundizó en la concepción misma de salud mental, manteniendo los cánones de “normalidad” y “estandarización” de la vida cotidiana. Además, esta aplicación se centró netamente en la ciudad o en comunidades urbanas.

Al llegar este enfoque a Latinoamérica, se enfrenta con retos difíciles de resolver sobre todo por la concepción y principios que rigen su acción. En Latinoamérica, en la década del 70, cuando este enfoque de salud mental comunitaria llegaba también surgía la Psicología Social Comunitaria. Es importante nombrar este encuentro de dos saberes distintos en epistemologías y principios, para poder explicar los múltiples cambios que surgieron en aquellos años, para entender los procesos históricos que en ese contexto transformaron las concepciones actuales. Es así, que se empiezan a incorporar los componentes de participación, interculturalidad, integralidad y sentido de comunidad. Estos componentes construyen el corpus de principios, que hoy rigen en la salud mental comunitaria como propuesta desde la sociedad civil organizada. No obstante, esta propuesta ha tenido muchos cambios que se pueden clasificar en dos sub enfoques.

Primero, un enfoque de salud mental comunitaria desde el Estado. En este caso, las entidades del Estado que norman el sector salud al ver que los organismos de la sociedad civil exigían el cambio de paradigma adecuado a las poblaciones rurales y distintas a una mirada de solo lo patológico, tomaron en cuenta algunos principios de la visión propuesta. Por ello, durante estos últimos años el sector salud manifiesta que aplica salud mental comunitaria en sus acciones a la hora de realizar tamizajes de enfermedades mentales, y en las consejerías esporádicas que se dan en las comunidades o en la vigilancia domiciliaria de los casos clínicos. Vemos pues que el sector salud ha hecho funcional a su paradigma de salud mental y promoción – prevención de la salud el concepto de salud mental comunitaria tomando en cuenta lo comunitario como la acción de salir de los consultorios a esperar pacientes para ir a encontrarlos, desvirtuando de esta manera los principios y el concepto de salud mental comunitaria en Latinoamérica construido desde la participación y una visión política distinta.

El segundo enfoque, es el de las organizaciones de la sociedad civil antes mencionadas. Una mirada que contempla la participación, lo comunitario, lo político y el empoderamiento; teniendo influencia de la psicología social comunitaria y de perspectivas críticas. Se podría pensar que es el modelo más avanzado en cuanto a la participación de las poblaciones tomando en cuenta sus necesidades y recursos. Sin embargo, incluso en este enfoque, una de las perspectivas que ha venido perdiendo mayor fuerza ha sido la visión política. Esto porque el concepto de lo político ha venido siendo trastocado por las distintas vertientes en su accionar y por la influencia del sistema actual; este concepto ya no se entiende como la trasformación de las estructuras sociales de desigualdad y opresión del sistema capitalista, sino que se basan su acción con y para el Estado, con una mirada limitada de la acción colectiva de las poblaciones en su lucha por salir de la opresión del sistema económico actual. Es por ello, que debemos preguntarnos ¿Cuáles fueron los fundamentos para que la perspectiva de salud mental comunitaria sea crítica? ¿Qué cambios ha tenido el enfoque social - comunitario en los últimos tiempos? ¿Cómo estas se relacionan con el sistema económico actual? Estas preguntas nos hacen ver que la psicología social comunitaria es una mirada que ha ayudado mucho a la salud mental al poder ver con otros ojos la realidad tan desigual de Latinoamérica. Lamentablemente, esta ha venido perdiendo influencia; por lo que es pertinente saber de qué se trató y cuáles son los principios básicos que tiene para poder revalorarlos y en algunos casos reestructurarlos, para realizar una mejor lucha contra la desigualdad en nuestro tiempo.

Dino Estrada Flores  - Miembro del Colectivo Ccomunes  


Escrito por

Ccomunes

Espacio que agrupa estudiantes de psicología que buscan la recreación y construcción de saberes de la psicología social comunitaria


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